Las empresas e instituciones que estaban bien posicionadas antes de esta crisis han tenido presencia y obtenido rendimientos, mientras que las que han aprovechado el confinamiento para posicionarse han salido reforzadas para afrontar este nuevo ciclo.
Si el posicionamiento digital era importante para una empresa o una institución antes de la triste llegada a nuestras vidas de la COVID-19 ahora, en la actualidad, con la pandemia presente en nuestro día a día, ha pasado a convertirse en un factor vital para afrontar este nuevo ciclo. O dicho de otra manera: las marcas que estaban bien posicionadas digitalmente o que han aprovechado para hacerlo durante el confinamiento, han salido reforzadas gracias a su apuesta por la comunicación digital.
No en vano, todos los estudios que estamos empezando a conocer a este y al otro lado del Océano Atlántico, entre ellos, el propio estudio que en Habla Comunicación realizamos sobre la relación entre las administraciones locales y las redes sociales durante la crisis provocada por la COVID-19, están arrojando las mismas conclusiones. A saber: un incremento del consumo de RRSS y medios digitales, en todos y cada uno de los canales virtuales, protagonizado por gente de cualquier edad (a destacar, en este caso concreto, el aumento de los millenials, aquellos nacidos entre los primeros años de los ochenta hasta mediados de la década de los noventa), hasta cifras sin precedentes a lo largo de la historia. Y, evidentemente, ante esta demanda creciente de contenidos y servicios digitales, los que están obteniendo mejor rédito son los que se han situado al principio de la fila, aquellas empresas o instituciones que llevan tiempo ya o, por el contrario, han aprovechado la cuarentena para trabajar su espacio encontrando a su público objetivo también en el mundo digital.
La creación y gestión de una página web, un trabajo continuado en Social Media, un buen posicionamiento en buscadores, desarrollo del márketing de contenidos… Son muchas las herramientas con las que una empresa, cooperativa, personaje público, profesional liberal o institución cuenta para posicionarse adecuadamente, casi tantas como los beneficios que un correcto posicionamiento digital ofrece para cualquiera que dedique recursos a un buen trabajo de promoción y comunicación en entornos digitales.
Por ejemplo, cuanto mejor posicionamiento logremos en Internet, más posibilidades tendremos para potenciar los canales de comunicación con nuestros clientes habituales, informándoles de novedades sobre productos y servicios, ventajas u ofertas, reapertura de tiendas, de oficinas o servicios privados o públicos, en un proceso de difelización altamente eficaz que, además, también puede terner muy buenos resultados en la captación de nuevos clientes. Asimismo, un buen posicionamiento digital también se traduce en un negocio más completo, más rápido y más adaptado a las necesidades de sus usuarios y de sus clientes potenciales. En defitiniva, reforzar, ampliar y mejorar nuestro posicionamiento en un mercado altamente competitivo.
Es por ello que este es el momento más adecuado para seguir el ejemplo de todas esas empresas o instituciones que han sabido aprovechar el confinamiento para darle un nuevo impulso a su negocio, para colocarlo en una posición privilegiada a la hora de afrontar las vicisitudes que nos esperan en este inestable futuro más próximo. La pandemia nos ha dejado poco tiempo para reaccionar, y aún menos espacio para el error.
Porque muchas veces lo mejor no es preocuparse, sino ocuparse, preparar a nuestra empresa o a nuestra institución ante lo que no espera a la vuelta de la esquina. El momento para reforzar tu estrategia digital es AHORA.